Amsterdam 19

Y volvió a Estar Escrito, 3 años después, en Ámsterdam.

Esta vez viajó conmigo el Diario de Anna Frank. Casualmente, una familia colombiana vendía un tiquet de un miembro que se durmió. Y os juro que, en 9 de enero, a las 10:18 h, y tomando un té, 12 minutos antes de entrar a visitar “La casa de Atrás” donde vivió, llegué a su escrito del 13 de enero de 1943. Cerca, 76 años después.

Apunté en mi Diario la plaza Dam, la obra de Van Gogh, el color rojo de su Barrio, los puentes de sus canales, y el olor a mercados de Tulipanes. Deletreé el 14 más mítico, y maticé el gusto del queso Edam, en Edam. Luego expliqué cuando llegamos a Volendam, y cuando vimos el blanco, madera, y rojo del faro de Marken, y cuando sentimos en nuestras barbas, el aire de los molinos de Zaanse Schans.

Y nos volvimos a abrazar, y Volvimos a Luchar justamente, contra la Infelicidad.

” La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es, ni con mucho, tan espectacular como la inestabilidad. Estar satisfecho de todo no posee el encanto que supone mantener una lucha justa contra la infelicidad, ni el pintoresquismo del combate contra la tentación o contra una pasión fatal o una duda. La felicidad nunca tiene grandeza. “

Aldous Huxley, escritor y filósofo británico

Libro: Un Mundo Feliz

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