India&Nepal, fue algo que Creo que es imposible de Explicar.
Pero fue, inCreible.
Las primeras sensaciones fueron pitos, ruido, mucha gente, muchos colores, muchos olores, y gustos fuertes, y movimiento insaciable, y más pitos, y voces, y facciones potentes, y motos, coches, y personajes de fotos, y situaciones de documentales, y… y todo mucho.
Pero llegó un momento, que tuve que dejar mis LoQueCreoQueLasCosasSon en el hotel de Nova Delhi, y me abrí a Experimentar, a tratar de Creer Entender en lo que Creen, y (ad)Mirar, y Aprender de esa Cultura Origen, y Vivir lo que la Creencia que sea, tenga preparado para Mí.
Al final, nos supimos mover por Esa Gran Ciudad, ya que aprendimos que esos pitos, eran zumbidos de abejas en un enjambre para su movimiento perfecto. Caminamos en casa de Gandhi, y leímos sus frases, y vimos sus gafas, y no nos atrevimos a pisar donde alguien le disparó. Vimos Dioses en forma de Elefante entre inciensos, puntos rojos, y flores, y vacas pasear por las calles, entre tuk-tuks y fruta. Estuvimos en lo alto de un edificio de su Ciudad Sagrada, y vimos gatos, y gente tendiendo ropa, y niños volando sus cometas. Nos sentamos de noche al lado de una bahía de fuegos, y nos explicaron, y callé con el máximo respeto de mi alma, y respiré, una bocanada de humo, de otra vida; al amanecer, sentimos el Silencio más Puro que jamás habíamos oído, entre las aguas del Ganges, con el salir del Sol. Y vimos gente bañándose, y zambullirse Creyendo en el agua, y otros limpiarse los dientes, y otros, con caras en Paz, preparados para Morir.
(ahora mismo, Siento Ese Sentir, como si fuera Hoy. Paro…
, y sigo)
Otro día fue tocar el mármol de una figurita del Monopoly, y luego también jugamos a fútbol entre la Humildad sin goles. Conseguimos unos billetes de tren, y nos leímos en las paredes de un vagón, y viajamos otro tiempo, y otro día, fuimos en bici entre templos eternos. Y vimos también el calor de una llama que nunca se ha apagado, y otro día, estuvimos donde Buda encendió la suya. Y luego vino Chitwan, donde perseguimos un tigre de Bengala, y también, donde corrimos a lo dibujo animado delante de un rinoceronte. Y acabamos aterrizando en uno de los aeropuertos más peligrosos del Mundo, y cantamos a los pies del Everest, y Respiramos hasta los 5.600 metros entre la Inmensidad.
Creímos, y Vivimos.
Y Aprendimos,
que Vivimos,
como se Cree.
gRacias, con las manos juntas, la cabeza y frente suavemente entregada, y cerrando los ojos, India&Nepal.