miGente, vuelvo a estar de viaje!!
pero esta vez no ha sido en avión, es a ras de suelo.
Es un viaje a saber parar, hacia quién llamar para que me vengan a buscar, a necesitar “muletas”, a pelear con la autosuficiencia, a practicar pedir, a depender, y no de mí.
Es un viaje a ir lento, al parque lejos de delante de miHogar, a los bancos de descansar, a su sol, y a las palabras cercanas de su gente mayor. Un viaje al vecino, a Lídia de la tienda del barrio, al currante que algo parecido le pasó, al señor con bastón que me ayudó a bajar del bus, a la enfermera que me entiende, al más de lo esperado de gente que se para y me ve.
En este viaje también llevo mochila, con ropa hacia el armario, y heparinas hacia mis tripas. Y os llevo a miGente, a esas llamadas, mensajes, a ese Estar, a esos te llevo, a esos venimos y comemos, a esos lo que necesites, haciendo de la vulnerabilidad, un dulce contacto con la increíble realidad. Esa que no es exótica, pero que está llena de preciosas cotidianidades (q demasiadas veces no miro) y de vida en comunidad, la idea más revolucionaria por la que cada vez tengo más claro q quiero apostar.
¡¡Qué sabio eres Universo!! (aunque un par de meses me hagas ir cojo y me cague en tu p**a madre…)
